Capilla de la Sangre de Cristo (Cuarteles)

Capilla de la Sangre de Cristo (Cuarteles)

Estado de la misión

La Capilla de la Sangre de Cristo es el corazón del pueblo de Cuarteles desde hace más de 150 años. La capilla fue construida entre 1850 y 1855 por los antepasados de muchos de los esclavos que aún hoy la cuidan. La misión de los esclavos de esta hermosa capilla es adorar por siempre a nuestro Señor y Salvador Jesucristo observando y preservando las tradiciones de la Iglesia Católica que nos enseñaron nuestros abuelos y bisabuelos.

Nos esforzamos por incluir a toda nuestra familia para que estas tradiciones siempre sean parte de nuestras vidas. Somos una comunidad verdaderamente agradecida con Dios por todas las bendiciones que recibimos diariamente. Nuestra función se celebra con vísperas (un servicio de oración) en la víspera de Acción de Gracias y la Santa Misa el Día de Acción de Gracias. La capilla también está abierta todos los días durante el mes de mayo para honrar a la Santísima Virgen María rezando el Santo Rosario.


En 1999, la esclava Doreen Martínez escribió una hermosa canción premiada titulada “La Capilla de la Sangre de Cristo”. La canción fue inspirada y está dedicada a las muchas generaciones de nuestros antepasados que han adorado en nuestra capilla y que trabajaron para mantener vivas nuestras tradiciones y religión. “La Capilla de la Sangre de Cristo" se ha cantado en nuestra función todos los años desde que fue escrita y esperamos que se cante durante muchos años más. La letra es la siguiente.


"La Capilla de la Sangre de Cristo”

Aqui en el valle de Cuarteles


Celebramos un dia muy especial


En la Capilla de la Sangre de Cristo


Donde hay amor y caridad


 


Cada año en Noviembre celebramos


Con nuestras familias y amigos


Dando le gracias a Dios


Por todo lo que recibimos


 


Que viva la Sangre de Cristo


La capillita tan blanca y bonita


Donde las tradiciones de mis abuelitos


Nunca se olvidaran



Estado de la misión

Los esclavos de esta capilla deben adorar por siempre a nuestro Señor y Salvador Jesucristo observando y preservando las tradiciones de la Iglesia Católica que nos enseñaron nuestros abuelos y bisabuelos.

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